La intérprete disfruta a plenitud de su momento en solitario después de dejar La Quinta Estación.
Llegó de madrugada a Caracas proveniente de Barquisimeto, donde participó el fin de semana en la feria internacional de esa ciudad. Tiene pocas horas de descanso y debe tomar un vuelo internacional al mediodía, pero nada la detiene. Natalia Jiménez prefiere hacer un espacio en su agenda para atender a la prensa con la frescura y lozanía de quien ha reposado tanto como la Bella Durmiente.
Su energía en persona es vibrante. Calza plataformas altísimas negras y un coqueto vestido estampado con gran abertura en el pecho. Su risa es contagiosa. Hace muchas muecas y mueve las manos con efusividad, para darle más énfasis a sus palabras.
Está contenta. Al evaluar su primer año como solista, después de que dejara La Quinta Estación, no tiene más que cosas buenas que decir: “Ha sido lo que esperaba y mucho más. Nadie que sale de un grupo que ha tenido tanto éxito piensa que le va a ir tan bien. Por el contrario, te dominan los nervios y por tu cabeza pasa lo peor. He tenido mucha suerte. Mi carrera va en ascenso. Nada más salir del grupo hice una canción con Ricky Martin y lancé mi primer álbum en solitario, que me ha llevado a todo el mundo. He tenido un programa de televisión en España durante dos meses, El Número 1, en el que compartí con grandes de la música como Miguel Bosé, Ana Torroja y Sergio Dalma”.
La cantante española considera que el momento que vive es único y por eso no tiene previsto pausas. Ya habrá tiempo para tomar unas buenas vacaciones. En noviembre, por ejemplo, volverá a Venezuela para compartir tarima con Olga Tañón. “No hay espacio para el descanso y la verdad es que merece la pena. He estado en los lugares y en los momentos adecuados, como cuando canté en el Radio City Music Hall con Franco De Vita. O en mis viajes a Estados Unidos, República Dominicana, Puerto Rico, Perú, Italia...”, expresa.
Jiménez considera que lo mejor de ser solista es que puede tomar las riendas de su carrera. Ella no sólo compone, sino que elige su apariencia, el estilo musical y la puesta en escena de sus conciertos. “Todas esas decisiones no las tomaba antes cuando estaba en La Quinta Estación y yo soy una control freak, me gusta estar encima de todo. Creo que ha sido una decisión positiva; además, la gente lo ha tomado bien, sigo teniendo seguidores y allá donde voy se llena. Obviamente no existe Natalia Jiménez sin La Quinta Estación. No puedo presentarme en un concierto y cantar sólo canciones nuevas porque la gente me va a mandar para el carajo… Perdonen la expresión. (Risas). Las canciones que escribí para el grupo las interpreto y me encantan. Son el alma de los conciertos”.
Paralelo a la promoción de su primer disco en solitario, la intérprete se ha tomado el tiempo para escribir las canciones de su segundo álbum, el cual espera lanzar el próximo año. “Estoy buscando un sonido que no he escuchado todavía en las radios. Para ello oigo música en general, desde lo que está pegado a lo que fue un éxito en la década de los noventa. Quiero hacer una producción que cuando la toque en directo vea a todo el mundo saltando, quemando calorías”.
Natalia Jiménez y Olga Tañón
16 de noviembre, 8:00 pm
Terraza del CCCT
Desde 610 bolívares
17 de noviembre, 8:00 pm
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