La lideresa de La Quinta Estación lanza al mercado, el 28 de junio, su primer disco individual. Bautizado como ella misma porque, “por fin”, relata sólo sus experiencias, el volumen la muestra menos folclórica de lo esperado, imbuida en el género que la catapultó y arriesgada, aunque no tanto
Natalia Jiménez siempre está sonriendo y hasta por teléfono es fácil percibirlo. Búsquela en cualquiera de sus mítines con la prensa, cargados en Youtube, y se dará cuenta de que es cierto. Ni la pregunta más incómoda parece alterarle el ánimo a esta madrileña, adoptada desde hace más de 10 años por América y cuyo hablar, del que ella misma se burla, es una mezcla de muletillas mexicanas, expresiones ibéricas y acento indeterminado, propio del multicultural Miami a donde emigró desde el DF azteca persiguiendo el amor.
A lo mejor es ese flechazo con Daniel Trueba, productor de Univisión, lo que la tiene tan imperturbablemente feliz. A lo mejor es la mezcla de eso y de su naturaleza festiva. A lo mejor es por la ilusión de estar dándole los brochazos finales aNatalia, su primer trabajo sin La Quinta Estación (LQE), en el que si bien se tomó algunas libertades no rompe el celofán ni despliega a una intérprete ajena a la ya conocida.
LA FLAQUITA DEL VOZARRÓN
Su eco de mezzosoprano es inconfundible y es gracias a él que puede fluctuar entre el pop-rock que raya en lo ácido y los boleros, las cadencias caribeñas o las melodías con sombrero, vihuela y guitarrón. Muchas de esas líneas, que ella sabe que puede manejar con destreza, intentó explorarlas con sutileza en su última etapa al lado de la banda que fundó en 2001. Ahora las explota con consistencia en el proyecto que engendró junto con la pareja Estefan, con el ex Sin Bandera Leonel García y con Diane Warren.
- Has mencionado que hay variaciones en tu ejecución vocal, ¿cómo se nota eso?
- ¡Hombre!, más que nada es que me he tomado el lujo de cantar lo que he querido, de cantar más, de cantar con toda mi potencia y de tratar con destinos que no había probado antes.
- Afirmas que te planteas nuevos derroteros sonoros y eras la que le ponía la nota folclórica a LQE. Sin embargo, “Por ser tu mujer”, tu primer sencillo, suena a rock...
- Es que hay cuatro o cinco tracks bastante roqueros con pop, también hay las habituales baladas y quizás lo que más resalta son dos temas que he hecho en inglés, uno que es la traducción de “Por ser tu mujer” y otro que se llama “Gone”; luego hay dos más bailables, que sirven para levantar el show y que con La Quinta Estación no los hubiera hecho.
- Y, ¿las rancheras?
- ¡Claro que sí! Hay una que se llama “Si no está usted” y conserva mi rollito mexicano. Lo que sucede es que todavía estamos haciendo la selección de temas...
- Antes debías acoplarte al estilo del conjunto y confesaste sentirte restringida. No obstante, la audiencia también encasilla a los artistas en categorías. ¿Consideraste estas cuestiones cuando preparaste este ejemplar?
- No. Cuando estaba en el grupo, y quiero explicar esto, mi situación era bien positiva. Evidentemente estaba condicionada porque hacíamos pop, el público estaba acostumbrado a escuchar eso y no podía incursionar en otros estilos como lo he hecho ahora, pero estoy muy contenta de haber podido hacerlo; sólo un par de fragmentos son diferentes de lo que venía realizando, son más movidos y sé que por allá en Venezuela van a pegar.
ÓYEME, TÚ
- ¿Te ha influenciado, en lo musical, el haberte mudado al sur de la Florida?
- Por supuesto, digo, aquí la radio es otro mundo: encuentras estaciones sólo de mambo, de bachata, de salsa, de merengue y llegó un instante en el que dije: “Oye, ¿por qué no intento algo así?”. Y tengo “I take it back”, una canción súper latina, y otra que es más española, entonces me he atrevido a hacer esas dos cosas que creo que son originales.
- Es la agujita de Emilio Estefan ahí metida… e incluso re-construiste una copla viejita, “Reflejo”, con Gloria…
- Ay sí, él le da los toques más alegres. Me fascinó poder participar con él y haber ido pensando en naciones como la vuestra, porque en Venezuela yo tengo una cantidad de fans espectacular y él me ha ayudado a juntar estos ritmos latinos en el álbum para que puedan disfrutarlo en directo, o sea, las tonadas son más divertidas, tienen otro aire que a mí no se me hubiese ocurrido.
- Y, ¿por qué si buscabas lo tropical también te planteaste letras anglo?
- Porque llevo años siendo bilingüe, de hecho, cuando entré a La Quinta Estación fue que empecé a corear en castellano porque la música que yo oía cuando era más pequeña era en inglés y, bueno, tengo 24 meses en Estados Unidos y el 80% del tiempo converso en ese idioma, es más, haciendo las entrevistas en español como que me atasco ¡jajajaja! En fin, era algo que me apetecía hacer y me he quitao la espinita y me he quedao muy a gusto.
FRONTERIZA Y ENÉRGICA
Natalia Jiménez perdió uno de sus primeros empleos, en un centro de atención al cliente, por andarle interpretando un tema de Janis Joplin, por teléfono, a un señor que se había accidentado. Y es que aunque entre sus ídolos están Rocío Dúrcal y Mecano, sus preferencias se inclinan hacia la autora de “Summertime”, a Ella Fitzgerald o a Whitney Houston. No en vano la pandilla con la que se dio a conocer fue catalogada como “fronteriza”, puesto que no era ni de ésta ni de aquella orilla del Atlántico, ni ella adaptó su voz a un género definitivo. Hoy tampoco se limita a un dialecto en específico.
En su flamante casa playera, escribe en la lengua de Cervantes o en la de Shakespeare y, en cualquiera, termina haciéndole poesías al amor.
- Natalia es muy autobiográfico. Exactamente, ¿qué narras?
- El cambio que he sufrido en los dos últimos años. Mi vida ha dado un giro de 360°, estoy residenciada casi fija en otro país, tengo amigos nuevos, tengo rutinas distintas y, bueno, eso se ve reflejado en el repertorio. También es un disco muy pasional y en cada pieza hay de las dos Natalias, de la que es más dicharachera y de la que es más dramática.
- Dramática, ¿de cortarse las venas?
- ¡Sí!, pero de: “Qué rico que me estoy cortando las venas” jajaja.
- Te presentas como una guerrera, ¿en qué aspecto?
- Si escuchas el CD completo te da esa sensación de, ¡wao!, sí le ha puesto energía, dado que es un material en el que también reivindico mucho a la mujer y en el que trato de que sepa que existen otras opciones, que no somos como nos pintan, que somos más fuertes, viscerales y eso lo tenemos en la sangre, lo llevamos al extremo y me encanta.
- Me llamó la atención que mencionas lo autobiográfica que es esta obra y en el primer single hablas de montar cachos, ¿cómo es eso?
- Jajaja, ¡no hombre! En general es bastante autobiográfica pero ese segmento no lo es y lo compuse viendo una telenovela porque ya ves que suele haber una chica que quiere estar con un tipo que no le pertenece y trata de atacar, de quedarse con él y de quitárselo a la otra, ¿no?, y quería tomar eso porque a veces es como tabú y se piensa que es el varón el que hace hasta lo imposible por la dama y no, ¡es mentira!, somos nosotras las que dejamos a nuestras familias, nuestros países, lo que sea por ellos.
- Has repetido que con esta placa querías exhibir tu alma. ¿Antes te alejabas de ti misma al componer?
- Al ser un grupo no es que te reserves más sino que tus emociones y lo que plasmas en las líricas se funde con lo de los demás, entonces no es tan personal. Digo, ya sólo quedábamos Ángel y yo, y ya en el último compacto era más obvio lo que yo sentía y lo que él sentía sin embargo, ahora que estoy sola, la gente va a entender más cómo funciona mi interior y los asuntos que me pasan por la cabeza, ¿no?
CON VALENTÍA
La Quinta Estación se fue desmembrando desde que arrancó el milenio. Al emigrar a México, dos de los seis integrantes iniciales se quedaron en la Península; alrededor de 2004, Sven Martín abandonó la formación y casi un lustro después lo hizo Pablo Domínguez. Hace unos meses, Martín quiso demandar por el nombre, perdió y si bien Ángel y Natalia aún no han anunciado su separación, tampoco se han planteado una reunión.
- ¿Te has sentido huérfana?
- No, para nada. Lo bueno que tenemos los cantantes es ese afán por sobrevivir, pase lo que pase a nuestro alrededor; creo que somos animales de otra especie jajaja.
- Por más que se esfuercen, Amaia Montero o Ana Torroja no han alcanzado el mismo éxito que tenían con sus bandas. ¿Esas experiencias te atemorizan?
- No porque como nosotros no hemos roto filas, de momento tenemos la opción de volver cuando queramos, podemos salir de gira, podemos hacer lo que nos dé la gana. La idea era individualizarnos musicalmente, no obstante, todo permanece en orden y la verdad es que no me da ningún miedo, digo, también son casos diferentes y yo tengo una voz muy distinta a las de ellas.
FUENTE: http://dominical.ultimasnoticias.com.ve/noticias/Actualidad/Natalia-Jimenez,-su-soledad-es-fusion.aspx
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