Natalia Jiménez: "Toqué tres años en la calle y el metro de Madrid por una necesidad artística"
La cantante madrileña, ex vocalista de La Quinta Estación, forma parte del jurado del programa musical `El Número Uno´ y en 2013 publicará nuevo disco en solitario.
La historia de Natalia Jiménez es de aquellas que algún avispado cronista podría convertir en un libro o relato de superación o, por lo menos, para que sirviera de inspiración de cara a alguno de sus personajes. La cantante madrileña empezó tocando en pequeños locales de su ciudad natal, pero también en la calle y en el metro, mientras se sacaba sus estudios de bachillerato; una necesidad artística que le dio algo más que tablas para afrontar la aventura que le esperaba a la vuelta de la esquina y que la ligaría, de por vida, a la cultura mexicana. Formó el grupo La Quinta Estación, banda que editó su primer disco con la multinacional Sony, pero en su sello mexicano. Allí se convirtieron en un grupo de referencia, hasta el punto que decidieron cambiar su nacionalidad artística, y pasaron a ser la banda mexicana que triunfaba en Latinoamérica. En España, el éxito les llegó más tarde de la mano de su tercer disco, El mundo se equivoca, todo un fenómeno de ventas que les dio a conocer en nuestro país cuando hacía años que llenaban estadios americanos. Natalia Jiménez asegura que el grupo volverá más adelante si les apetece pero, por ahora, se ha volcado en su carrera en solitario. Sacó un primer disco con variedad de géneros musicales en 2011, y ahora está preparando uno más alegre y divertido, de pop-rock y electrónica, para el año que viene. Jiménez es también miembro del jurado del concurso musical de Antena 3 El Número Uno, que hoy llega a su gala final.
-Hoy tenemos gala final en El Número Uno. ¿Cómo valora su experiencia en el jurado de un programa de televisión y qué cree que aportará esto a su carrera artística?
-Lo que más me está aportando es el hecho de tener en cuenta esa compasión que a lo mejor no tienes a la hora de criticar cuando ves ciertas cosas colgadas en Internet o en otro medio. Este programa me ha servido para darme cuenta de que hay mucha gente que lo está intentando, y he cultivado la compasión dentro de mi corazón. También me ha servido personalmente porque es un programa de televisión que ha durado mucho tiempo y ha tenido muchísima audiencia, y eso me ha venido bien para que la gente conozca mi nombre en solitario.
-¿Hay mucha pugna entre los miembros del jurado a la hora de tener que descartar concursantes?
-Es duro y nos cuesta muchísimo, porque cada miembro del jurado tiene a sus favoritos y también tiene su carácter, y nos gusta dar a conocer nuestro criterio. A mí me hace gracia porque Bustamante y yo estamos siempre de acuerdo con la gente que nos gusta, pero con Miguel Bosé y Sergio Dalma la cosa cuesta más (Ríe). Mola porque, muchas veces, las cualidades que ellos ven en un artista, no las había tenido en cuenta hasta que ellos las remarcan. También es bueno y divertido tener este contrapunto en el programa.
-¿Qué cree que ha diferenciado este programa de otros muchos que se han hecho utilizando el mismo formato de concurso musical?
-Creo que la opinión general de la gente es que El Número Uno no es como Operación Triunfo, ya que este es un programa en el que los concursantes se van a su casa o al hotel en el que están hospedados, no hay un seguimiento 24 horas, no hay drama, es un programa muy blanco con un formato muy familiar y en el que no se humilla a nadie. No es una telerrealidad. Además, los concursantes son juzgados por profesionales de la música, gente que nos dedicamos a esto y que tenemos nuestros discos vendidos.
-Tiene sus discos vendidos y sus giras, es innegable. ¿Si estuviera empezando ahora, se presentaría a un concurso como éste?
-Sí, claro que sí. De hecho, cuando acababa de entrar en La Quinta Estación empezaron las audiciones del primer Operación Triunfo y recuerdo estar esperando a que saliera el anuncio con el teléfono para llamar y participar, pero nunca lo pillaba (Ríe). Tenía intención de presentarme pero al final me fui con el grupo a México y ya no pude.
-Y no le ha ido nada mal. Eso sí, antes de la aventura mexicana usted combinaba sus clases en el instituto con tocar en las calles y el metro de Madrid. ¿Primaba la necesidad económica?
-No. Fue una época muy divertida y, además, tenía le edad para hacerlo. Estuve tocando en el metro desde los 16 años hasta los 19 años, y no era por necesidad económica, sino por necesidad artística. Quería darme a conocer y fue muy divertido porque conocí a mucha gente diferente y en la estación a la que iba había dos guardias de seguridad que se convirtieron en mis primeros fans (Ríe). Me limpiaban la esquinita y me dejaban que me sentara allí; me sentía muy protegida.
-¿Todavía se acuerda de la calle cada vez que se sube a un escenario para tocar ante miles de fans?
-Sí, siempre. Si no se me ha subido ya la fama a la cabeza, después de las cosas que he hecho, ya no pasará nunca. Es posible que, en España, gran parte de mi carrera haya pasado desapercibida, porque he pasado muchos años en Latinoamérica, pero allí llevamos muchos años en un primer plano. Me he pisoteado todos los escenarios de esa zona, he tocado en los Grammy, he estado cantando con artistas de la talla de Ricky Martin o Marc Anthony. Son cosas que aquí no se saben y cuando vengo a España es difícil que me suba la fama a la cabeza. Siempre estoy muy tranquila e intento ser el máximo de humilde posible con la gente.
-La Quinta Estación pegó el gran pelotazo en España con el disco El mundo se equivoca, en 2007, muchos años después de que editaran su primer disco en México. ¿Siente que España tenía una cuenta pendiente con Natalia Jiménez?
-No, para nada. Nosotros siempre hemos sido tratados como artistas mexicanos, a pesar de que llegamos desde Madrid. Obviamente, mi mercado estaba en México, Estados Unidos y Latinoamérica.
-Lo entiendo. Aún así, ustedes son españoles. No me diga que no debía de chocar llenar pabellones enteros y cruzar el charco para hacer conciertos en España con un público de sólo 50 o 60 personas.
-Nos lo tomábamos muy bien porque, para nosotros, lo importante era venir a España como fuera. Si era para tocar en la sala Bikini o en una sala pequeña en Zaragoza o en una discotequita, nos era igual porque ya ganábamos. ¡Al menos que viniera nuestra familia a vernos! (Ríe). Recuerdo hacer un concierto en un lugar, que por respeto no te diré, y que no vino absolutamente nadie. Nadie.
-¿De verdad eso no duele?
-No. Te repito que nosotros hemos sido artistas mexicanos y hemos pasado la mayor parte de nuestro tiempo en ese país, es algo entendible. La gente no tenía por qué conocernos aquí. En Latinoamérica hay artistas gigantescos que aquí casi ni se conocen, y es una lástima porque se pierden muchísimas cosas. Es así (Sonríe).
-Para que quede claro. ¿La Quinta Estación se ha tomado un descanso, o el grupo se ha disuelto de manera definitiva?
-De momento, es sólo un descanso. Ángel tiene su proyecto y yo sigo con el mío. En mis conciertos seguiré cantando las mismas canciones, no tendría sentido si no lo hiciera porque es un repertorio que conoce mucha gente. Contractualmente hablando, nos quedaba sólo un álbum por hacer, pero ya se ha roto ese contrato, así que si nos apetece volveremos, pero de momento tiraremos adelante nuestros proyectos personales.
-¿Qué necesitaba plasmar en solitario que no tuviera una cabida artística con su grupo?
-Con mi álbum en solitario quería mostrar algo diferente, como poder hacer una canción de cada estilo para que el público se acostumbrara a ver cantar a Natalia géneros diferentes. En mi primer disco hay blues, rock, baladas, boleros o rancheras. Quería que la gente me identificara como Natalia Jiménez y no como la vocalista de La Quinta Estación. A partir de ahí, voy a empezar a elaborar álbumes distintos y a hacer tres tipos diferentes de música. En Latinoamérica está funcionando muy bien y estoy muy contenta.
-Es un álbum con un sonido más internacional y en el que incluye algunos temas en inglés. ¿El mundo anglosajón se ha interesado por su música?
-Sí. De hecho, el otro día me mandaron un video muy gracioso de una clase de zumba en Japón en la que tocaban I’ll Take it Back, uno de los temas de este disco. Es muy gracioso. Ahora tengo nuevos conciertos en Estados Unidos, como en Dallas, Chicago o Los Ángeles. Veo muchos americanos en los conciertos que no tienen ni papa de lo que les digo pero que las que son en inglés me las cantan todas (Ríe).
-Adelánteme cuál de los tres estilos musicales en los que está trabajando será el protagonista de su nuevo disco.
-Para este siguiente álbum voy a hacer un pop mucho más fresco, juvenil, divertido, para salir a bailar. Quiero hacer conciertos para que la gente salte todo el rato. La mayor parte de las canciones que he hecho son así, y estoy mezclando el pop-rock con cosas más electrónicas. Imagino que antes de final de año sacaré algún sencillo y que para 2013 el disco ya verá la luz.
-Y más duetos, que usted es insaciable.
-(Ríe) Estoy preparando cosas con otros artistas. Acabo de sacar la edición española de un dueto que hice con Franco de Vita con una canción que se llama Tan sólo tú. En Latinoamérica ha sido un éxito y ahora veremos cómo funciona aquí. ¡Espero que les guste mucho!
Entrevista en vídeo (diferente a la entrevista escrita):
FUENTE: lavanguardia.com
Agradecimientos especiales: Albert Domenech
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Deja tu opinión sobre el blog o plantea cualquier duda sobre todo lo relacionado con el mundo de Natalia Jiménez. Eso sí, los comentarios que contengan insultos o material ilegal serán borrados de inmediato.